Cuando llega la época de siembra, ya suele estar planificado el jardín y solamente queda dar vida a aquellas variedades que se hayan escogido. Dependiendo de dicha elección, la planta tendrá unos puntos fuertes, y otros débiles, lo que hace que se tenga que preservar las plantas de los peligros en el cultivo de exterior.

Hoy en día, se pueden encontrar infinidad de variedades que se adaptan a prácticamente todos los gustos. En Estados Unidos se ha avanzado mucho en cuánto a investigación tanto genética como en otros campos relacionados con el cannabis, y Europa ya es veterana en la creación y estabilización de nuevas genéticas. Todo esto hace que el abanico de posibilidades sea inmenso.

Por tanto, los cuidados que se deben dar a las plantas dependerán principalmente de la variedad escogida y los peligros que el medio donde estén pueda tener.

Ya sean genéticas de dominancia índica o sativa, al final todo desemboca en el mismo punto: ¿cómo cuidar y preservar las plantas de los peligros en exterior?

Primeros estadios de crecimiento

Se suele comenzar el cultivo de exterior a partir de semillas, aunque algunos prefieren hacerlo con esquejes y comenzar un poco más tarde. Sin embargo, sea cual sea el método escogido, todas las plantas se enfrentan a los mismos peligros cuando son plantadas en el exterior.

Germinando la semilla

Si se parte de semillas, es recomendable germinarlas y mantener los planteles en interior, en esta fase no hace falta ningún tipo de iluminación especial, ya que las semillas germinan a oscuras, y las plántulas pueden comenzar a desarrollarse con la iluminación proveniente de una ventana, por ejemplo.

Si las plantas comienzan a espigarse y su tallo se alarga demasiado, posiblemente se deba a que comienzan a necesitar luz para producir esa energía que les permitirá desarrollarse como una planta adulta. En este caso, sí es recomendable aumentar la cantidad de luz que reciben, habrá llegado el momento de colocarlas en un lugar con luz más directa e incluso algo de brisa para que puedan ofrecer resistencia y así fortalecer el tallo, y dejen de espigarse.

Hay que recordar que las plantas de cannabis necesitan sol directo y una serie de condiciones ambientales para desarrollarse correctamente y ofrecer buenas cosechas, de lo contrario, el resultado pueden plantas endebles y poco productivas.

Pájaros y caracoles

Debido al pequeño tamaño que las plántulas o esquejes tienen en sus primeros estadios de crecimiento, una mordida de caracol mal dada, o un picotazo de pájaro pueden ser fatales para la pequeña planta. Es importante que se protejan las plantas en esta primera fase para evitar precisamente la pérdida de la misma, o bien un retraso en su crecimiento, que según la fecha en la que se esté germinando puede repercutir negativamente en la producción final.

Aquellos cultivadores que quieran cultivar semillas autoflorecientes, deben recordar que estas no dependen de la cantidad de hora de luz para florecer, sino que lo hacen de manera automática a las 4 o 6 semanas de vida. Por ello, es importante tener en cuenta cada día perdido es un poco menos de producción de dicha planta.

Una recomendación para cultivar autos sería plantar directamente en la maceta final (evitando así hacer transplantes que pueden estresar a la planta y bloquear su crecimiento), una vez la semilla haya germinado y proteger la planta en sus primeros estadios de posibles daños, como podrían ser los pájaros o los caracoles. Un método casero como poner una garrafa que cubra la plántula hasta que tenga 3 o 4 pares de hojas será un sistema económico y eficaz. Por supuesto esta recomendación también es válida para los cultivadores que tengan variedades fotodependientes en su jardín.

Un riego adecuado

Un exceso de agua, puede provocar hongos,que no tardarán en devorar a las pequeñas. Una sequía demasiado duradera también puede acabar con las plantas, ya que al ser pequeñas no tienen suficientes tejidos dónde almacenar agua, así que se secarán rápidamente y podrán llegar a morir.

Tanto si se parte de esquejes como semillas, las recién llegadas van a tener un sistema de raíces pobre, lo que implica un cambio en el habito de riego. Estas plantas no necesitarán apenas agua, ya que no tienen por dónde absorberla. Uno de los errores más frecuentes de los cultivadores noveles es el de regar sin tener en cuenta este factor.

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Un truco muy común, es el de enterrar el dedo hasta la segunda falange, y si éste sale limpio ya es momento de regar, en cambio si sale mojado y lleno de tierra aún deberemos esperar. Con este simple truco se puede mantener un habito de riego adecuado a las necesidades de la planta en cada fase del cultivo.

De todas formas, por si hay algún despiste en el riego y se abusa de la cantidad, es recomendable utilizar algún preventivo para evitar la aparición de patógenos. Una buena opción son los aceites de parafina que cubrirán la superficie de la planta de una película protectora que impedirá a los hongos desarrollarse.

Otro factor a tener en cuenta en los riegos son los abonos que se van a utilizar. Para los primeros estadios es recomendable usar solamente estimulador de raíces ya que las plántulas y los esquejes recién plantados no tienen un sistema radicular lo suficientemente desarrollado como para tolerar grandes cantidades de nutrientes.

Una buena recomendación es utilizar alguna enzima para los riegos, al menos una vez por semana, aunque éstos sean sin nutrientes ya que así disminuye la cantidad de sales del medio de cultivo y se ayuda a que la plantita tenga azúcares para generar buenos tejidos y seguir creciendo de forma saludable.

El sustrato

Aunque sea un poco repetitivo, hay que hacer un breve hincapié en que el sustrato dónde se decida plantar las pequeñas debe ser el adecuado. Dado que lo más normal es partir de maceta para en algunos casos trasplantar a suelo, lo mejor es que mientras la planta de cannabis resida en una maceta, lo haga con el 100% de sustrato apto para el cultivo de cannabis. Hay multitud de marcas en el mercado que pueden ayudar al cultivador. No hay que escatimar en tierra, ya que es un elemento básico para el correcto desarrollo de la planta.

Cuando se vaya a trasplantar la planta al suelo (de ser este el caso), se debe mezclar el sustrato del que se use para rellenar el agujero con un 50% de sustrato apto para el cannabis y un 50% del sustrato que se ha extraído al hacer el agujero.

Como ya se ha comentado anteriormente, son muchos los peligros a los que se enfrentan las plantas de cannabis  en el cultivo de exterior. Sin embargo, se cree oportuno hablar sobre estos factores, ya que son lo más peligrosos, en cuanto a cultivo en exterior se refiere.

Recomendaciones a la hora de elegir el sustrato

Sin duda, uno de los mejores sustratos para el cultivo de exterior es Light Mix de Biobizz, un sustrato equilibrado en cuanto a PH y EC, con poco alimento lo que es ideal para las pequeñas recién llegadas al jardín.

Si hubiera que rellenar un huerto, una de las mejores opciones es Sabika Light Mix, un sustrato ligero y muy económico.

Visita nuestro artículo cómo elegir un sustrato para descubrir más información sobre este tema.

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