El abonado es una parte esencial para el desarrollo de las plantas de cannabis, que estas reciban los nutrientes necesarios en cada etapa de su vida les ayudará a producir una cosecha abundante y de calidad.

Elegir los mejores fertilizantes para tus plantas de cannabis marcará una gran diferencia en cuanto al resultado final. Sigue leyendo porque a continuación te explicamos las características de cada tipo de abono.

Los fertilizantes orgánicos son de origen biológico, es decir, se producen o se obtienen de elementos presentes en la naturaleza. El humus de lombriz, por ejemplo, se obtiene de los excrementos de un tipo de lombriz roja californiana. Este fertilizante, aparte de ser un abono muy completo, es muy útil para el cultivo de marihuana ya que con él no se corre riesgo de sobrefertilizar las plantas o de quemar sus raíces. Por ello, es un fertilizante ideal para principiantes, especialmente en cultivos de exterior.

Son varias las razones para usar tutores en tus plantas de marihuana, y a continuación repasamos al detalle los diferentes beneficios que puede aportar aplicar esta técnica.

Es una técnica económica, y la mayoría de los elementos que se usan en las labores de tutorado, salvo el alambre agrícola o la rafia natural, se pueden reutilizar. Vale la pena probarlo, ya que como ves, el coste es mínimo y es una inversión que se verá recompensada en la producción y en la calidad final de los cogollos.

Hay variedades de cogollos especialmente pesados y grandes, como Gorilla Candy, o Amnesia, que pese a ser robustas, con un día de mucho viento, y durante la etapa avanzada de floración, pueden llegar a partirse si no las has tutorado.

Dentro de los diferentes tipos de genéticas cannábicas que podemos encontrar en el mercado, es importante diferenciar entre semillas de marihuana fotodependientes y autoflorecientes, pues esto afecta a su ciclo de vida así como a las necesidades de cultivo.

Las plantas de marihuana necesitan un buen aporte de luz para poder crecer y florecer correctamente en cualquier caso. Existen variedades fotodependientes y autoflorecientes, y las dos necesitan luz para realizar sus procesos bioquímicos, pero la principal diferencia reside en:

Las semillas de marihuana fotodependientes pueden ser feminizadas o regulares.

Un esqueje es un fragmento de una planta con la capacidad de enraizar y replicar la planta inicial. Por esta razón se hacen los esquejes con ramas y no con hojas. Los esquejes son clones de la planta madre. Esto quiere decir que serán genéticamente iguales, manteniendo las mismas características que la planta original. Cultivar esquejes no es una tarea difícil, pero hay que saber cómo hacer esquejes de marihuana para garantizar el éxito del enraizado de los clones.

Hacer esquejes es de marihuana es una tarea fácil y relativamente rápida, pero necesitarás ser meticuloso, organizado y limpio para hacerlo de forma correcta. A continuación te mostramos un vídeo resumen y una explicación detallada paso a paso para que hagas esquejes con el 100% de éxito.

El agua es el vehículo de transporte de los nutrientes hacia el interior de la planta y la encargada de repartir los nutrientes (carbohidratos, vitaminas, hormonas), por su metabolismo. Además, disuelve los nutrientes que se aportan a la planta, humedece el sustrato, aporta oxígeno al sustrato y a las raíces, mantiene el pH del sustrato, etc…

Es tan importante regar de forma correcta y en las cantidades adecuadas como saber cuándo hacerlo. Si no riegas tus plantas de marihuana cuando les toca se deshidratarán y si las riegas en exceso se ahogarán por falta de oxígeno en las raíces, es por ello que hay que encontrar un equilibrio justo.

Regar es la acción más repetida durante el cultivo, procura ofrecerles agua con baja concentración de sales (lo ideal es agua osmotizada), ya que las sales no deseadas pueden bloquear las raíces e impedir la correcta absorción de nutrientes. Si usas agua del grifo te recomendamos el uso frecuente de enzimas para evitar acumulaciones de sales.

Las raíces de las plantas de marihuana son de vital importancia a la hora de desarrollar su parte vegetal, ya que son el medio principal de absorción de nutrientes. Una planta de marihuana con pocas o pequeñas raíces no llegará a ser una planta grande y robusta, pero una planta con un buen sistema de raíces (sistema radicular), sí podrá llegar a ser una gran planta con altas producciones.

Es por ello que debes procurar que tus plantas desarrollen y mantengan un sistema radicular abundante y sano desde el inicio hasta el final del cultivo. Puedes usar estimulantes de raíces como Bio Rhizothonic de Canna o Rootbastic de Atami desde que plantas tus semillas germinadas para darle un buen empujón al desarrollo de las raíces y en consecuencia un rápido crecimiento. Es muy recomendable usar productos para el enraizamiento también durante los trasplantes, así como Micorrizas y Trichodermas para proteger y mejorar el desarrollo radicular (si vas a hacer un cultivo orgánico).

Trasplantar consiste en re-ubicar una planta a un nuevo sustrato o contenedor con más volumen (maceta más grande o trasplante a huerto), para favorecer el desarrollo del sistema radicular.

El Cannabis Sativa o marihuana es una planta dióica, lo cual quiere decir que en la naturaleza se encuentran plantas machos y hembras. Esta planta se reproduce sexualmente mediante polinización del macho a la hembra; las plantas macho son las que desprenden el polen desde sus flores hasta los estigmas o pistilos de las hembras. De este modo se forman las semillas de marihuana que tienen cromosomas machos (Y), y cromosomas hembras (X). Una hembra pura tendría YY, un macho puro sería XX. La mayoría de las plantas serán XY.

La mayoría de cultivadores buscan cultivar plantas que proporcionan flores hembras, ya que son las que contienen la mayoría de principios activos de la marihuana (cannabinoides y terpenos). Hoy en día se pueden conseguir semillas feminizadas, las cuales siempre serán hembras, aunque si quieres cultivar semillas regulares necesitarás saber distinguir entre plantas macho y hembra.

A la hora de cultivar marihuana se puede partir de esquejes o clones, los cuales ya sabrás que son hembras ya que provienen de una planta madre y obtienen sus mismas características. Por otro lado, si decides cultivar con semillas debes saber qué tipo de semilla estás cultivando para poder identificar su sexo.

Entendemos por abonar o fertilizar la acción de aportar nutrientes a las plantas con el fin de ofrecerles la alimentación que necesitan para llevar a cabo cada uno de sus procesos con resultados óptimos. Las plantas de marihuana absorben los nutrientes principalmente por las raíces. También tienen la capacidad de absorber nutrientes mediante la cutícula y las estomas de las hojas, pero en menor cantidad. Existen tres formas diferenciadas para abonar tus plantas de marihuana:

Es mejor usar fertilizante en polvo para cultivos en huerto.[/caption]

Las plantas de cannabis necesitan macronutrientes y micronutrientes para garantizar su óptimo desarrollo durante todo el cultivo. Los macronutrientes son los componentes mayoritarios de las plantas; los micronutrientes que son los que participan en cantidades más pequeñas. Éstos últimos también son fundamentales en las funciones metabólicas (enzimas, vitaminas y otros aditivos).

Dependiendo del tipo de cultivo realizado y de la variedad cultivada, el momento de cosechar tus plantas de marihuana puede ser más tarde o más temprano. Aunque está claro que todo el tiempo invertido en el cultivo culmina en el momento de la cosecha, si no se hace cuando toca, estarás desperdiciando el trabajo y tiempo que te ha costado llegar hasta ahí.

El mejor momento para cortar las plantas de marihuana dependerá de las condiciones en las que se encuentren las plantas en el cultivo y del resultado que busques. Para poder estimar el momento ideal y así realizar las preparaciones necesarias, puedes basarte en la información que ya tienes sobre la semilla o el esqueje que estés cultivando. Cada banco de semillas indicará los días de floración aproximados de sus variedades además de una fecha aproximada (mes), de maduración. De esta manera puedes hacerte una idea de cuándo tendrás que dejar de abonar, etc.

Además de estas pautas previas que te ayudarán a tener una idea aproximada del día de la cosecha, debes tener en cuenta factores importantes que observarás en las plantas.

Manicurar es la acción de retirar tallos y hojas de los cogollos de las plantas de marihuana. Es decir, separar lo que nos interesa de lo que no vamos a utilizar. Al igual que en otros temas tratados en este blog, hay muchas formas y teorías sobre cómo manicurar las plantas de cannabis, y aquí te daremos varias opciones y recomendaciones para que elijas la que más te guste.

Las hojas de la marihuana son muy importantes, ya que son las encargadas de realizar la fotosíntesis, almacenar energía en forma de carbohidratos, metabolizar vitaminas y hormonas, almacenar nutrientes, etc.  Son vitales para un correcto desarrollo de las plantas. Por estos motivos, es mejor que no le quites las hojas a las plantas durante el cultivo, a no ser que sea necesario para aumentar el acceso solar, y aún así te recomendamos quitar las mínimas posibles.

Una vez se aproxima la fecha de la cosecha, las hojas cada vez son menos importantes y necesarias, por lo que puedes optar por doblar algunas por debajo de flores si realmente quitan luz a los cogollos. Es cierto también que existe una técnica que usan algunos cultivadores en ciertas variedades con mucha hoja llamada “Defoliation”, que consiste en podar ciertas hojas durante la segunda semana de floración para procurar que llegue más luz a los cogollos, pero esta es una técnica usada por cultivadores que trabajan siempre con las mismas genéticas y tienen muy controlada la evolución y respuesta de sus plantas.